Los hospitales Santojanni, Piñero, Gutiérrez, Elizalde, la maternidad Sardá, la casa Garraham, el comedor del Sagrada Familia de Haedo y nuestros amigos del comedor de Margarita Barrientos en Piletones

Como todos los años, Policrédito pasó el Día del niño festejando con los chicos que más lo necesitan, pero este año, conseguimos algo mágico: convertir el invierno en calor. Renovado de esperanza y sonrisas (dimos la bienvenida a dos nuevas integrantes: Marianela y Prisila), el Equipo Solidario recorrió los hospitales Santojanni, Piñero, Gutiérrez, Elizalde, la maternidad Sardá, la casa Garraham, el comedor del Sagrada Familia de Haedo y nuestros amigos del comedor de Margarita Barrientos en Piletones. Cargados de juguetes, rompecabezas y muñecos, nos propusimos hacer del Día un festejo que se sintiera por toda la ciudad. Y, como siempre, poniendo el corazón, alcanzamos nuestro objetivo: en pleno invierno, empezamos a sentir que no hacía frío, que había salido el sol para muchas familias, y que la sonrisa de los chicos nos iluminaba y nos llenaba de calor el alma. Misión cumplida.