Los hospitales Piñeiro, Álvarez, Santojanni, el ex Casa Cuna, la maternidad Sardá, el hogar del Garraham, el comedor del Sagrada Familia de Haedo y -nuestra parada infaltable- el comedor de Margarita Barrientos en Piletones

Este año, como todos los años, volvimos a festejar un día en el que la sonrisa de los chicos ilumina el futuro, y lo hicimos de la manera que más nos gusta: siendo solidarios. Así, en un fin de semana del Día del niño que empezó con lluvia torrencial y granizo, el Equipo Solidario recorrió los hospitales Piñeiro, Álvarez, Santojanni, el ex Casa Cuna, la maternidad Sardá, el hogar del Garraham, el comedor del Sagrada Familia de Haedo y -nuestra parada infaltable- el comedor de Margarita Barrientos en Piletones. Bajo la lluvia, entregamos muñecas, juegos de mesa, sonajeros y muchos juguetes más a miles de chicos, y lo que empezó siendo un fin de semana gris empezó a abrirse con la alegría de los chicos, con las sonrisas, los «qué se dice» de las mamás, las empanadas que siempre nos convida Margarita y los partidos de Ludo a los que nos desafió más de uno de los chicos. Al final, como por arte de magia, el granizo se transformó en un sol que ya anuncia la primavera, y nos fuimos con ese calorcito que siempre sentimos en el corazón también sobre la piel, y la sensación de que repitiendo estas acciones, podemos seguir haciendo salir el sol para muchos, muchos chicos más.